- Por Redacción |
- 06.09.2012 |
- 14:23 h.
La manipulación de fotografías es tan antigua como la fotografía en sí. Lo que el Photoshop permite hoy a cualquiera con un ordenador y un poco de maña estaba vedado a los artesanos del negativo, capaces de manipular la realidad mediante diversas técnicas: exposición múltiple, impresión combinada o manipulación directa del original.
Entre las manipulaciones más célebres de las fotografías históricas está la eliminación de Trotsky de las imágenes de la Revolución Rusa, con las que su enemigo Josef Stalin pretendía –simbólica e icónicamente- borrar de la Historia. Décadas atrás el mismísimo Conan Doyle fue engañado con un burdo montaje de unas fotografías en la que bailaban unas hadas, y que el creador de Sherlock Holmes tomó por auténticas.
El dictador Francisco Franco también tenía detrás un departamento de retoque fotográfico para ajustar sobre papel lo que no salió en condiciones en la realidad. Es célebre –y un tanto naif- la manipulación de la foto con Hitler en Hendaya, en la que el gallego aparecía con los ojos cerrados (antes) y abiertos (después) en tan magno momento. Franco también tenía su Trotsky particular, pero no era un enemigo político sino el típico señor que aparece a tu espalda, te roba protagonismo y, finalmente, estropea la foto.
El neoyorquino ‘Metropolitan Museum of Art’ presenta en octubre que viene una colección de manipulaciones fotográficas desde 1840 hasta justo antes de la era digital. Lo que hoy se hace con ‘clics’ antes se lograba con maña. ‘Faking It: Manipulated Photography Before Photoshop’ es el nombre de esta exhibición que recoge un total de 200 imágenes post-procesadas a la antigua, es decir, manipulando a mano y con ingenio los negativos.
Según informa la web del museo, existió una amplia variedad de técnicas para ‘aderezar’ la imagen original: Exposición múltiple (disparando una o más instantáneas sobre el mismo negativo), impresión combinada (que resulta de imprimir en la misma imagen dos o más negativos) o la más directa manipulación del negativo original, incluso pintando a mano, como en el caso de las hadas de Conan Doyle:
Al igual que hoy en día con Internet y sus memes, el objetivo recurrente de muchos de aquellos retoques era el humor y la sátira. Verbigracia:
Visto en: http://www.cookingideas.es/fakin-it-20120906.html
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