7 razones de sentido común para dejar de comer carne.
A pesar de que muchos de los argumentos para volverse vegetariano se centran en razones nutricionales, les presentamos algunas de sentido común.
La dieta vegetariana tiene para muchos, tantas ventajas como desventajas.No comer carne roja o carne blanca podría representar una pérdida de proteína y hierro que podrían causar (en casos extremos) problemas de salud como desnutrición, anemia y debilitar el sistema inmunológico.
Sin embargo, una dieta vegetariana balanceada (o sea no sólo quesos, cereales y la fruta o verdura ocasional) ofrece muchas ventajas, por ejemplo un consumo mucho menor de grasas saturadas (las cuales se encuentran en carnes rojas), más fibra y podría ser más barato.
1- Cosecha urbana vs. Matadero urbano
Es sencillo, puedes cosechar algunos de
tus propios alimentos desde tu hogar, más no puedes criar ganado y tener
tu propio matadero. De manera similar puedes hacer tu propia leche de
almendras, leche de soya o leche de amaranto desde tu casa usando
utensilios y aparatos que ya tienes, más no puedes salir a ordeñar tu
vaca.
2- Trato animal
Todos hemos oído de las condiciones
terribles en las que viven los animales que comemos, hemos visto
imágenes de pollos enjaulados, vacas con lodo hasta el pecho, cerdos
apachurrados en espacios mínimos, alimentados en una dieta continua de
granos transgénicos y antibióticos. Muchos de los animales que son
criados siguiendo producción en masa están enfermos, miserables, viven y
mueren enjaulados —vidas innegablemente anti-naturales. Un poco de
sentido común dicta que la comida nos nutra debe de estar bien nutrida
también, sin embargo, las prácticas “modernas” garantizan lo opuesto a
un alimento sano.
3- Frescura
Si el producto no es nacional, las
probabilidades de que este sea fresco son muy bajas. Ya que el mercado
globalizado ha permeado la industria alimenticia, prácticas más que
cuestionables también lo han hecho, por ejemplo la práctica de inyectar
gas de monóxido de carbono a la carne para que esta tenga una apariencia más agradable, o carne de cordero neo zelandesa que viaja hasta por dos meses antes de ser consumida.
4- ¿Cuántos químicos tiene la carne?
Aparte del uso desmesurado de
antibióticos y conservativos, durante la vida de un animal este también
recibe un cóctel químico con vacunas, analgésicos y hormonas del
crecimiento. El cóctel mortal de químicos sin embargo, no para ahí,
también tiene los ingredientes cosméticos, o sea aquellos que hacen que
la carne se vea fresca como el antes mencionado gas de monóxido de
carbono (que es venenoso), “pegamento de carne” y productos nuevos
creados a base de partes animales como la infame baba rosa; se encuentra
hasta en el 70% de la carne procesada y usa sustancias como amoniaco
para hacer que la carne se vea más atractiva.
5- ¿Qué tipo de carne es realmente?
El reciente escándalo europeo que puso
en evidencia a la industria de los alimentos procesados resonó por todo
el mundo, carne vendida cómo bovina contenía rastros, en algunos casos
muy altos, de carne de caballo. Mientras que habrá muchos que se
identifiquen con el argumento ético de la situación (los caballos no son
alimento en muchos países, si no animales superiores a las vacas y
cerdos) realmente nos hace cuestionar una industria alimenticia que no
se molesta en separar la carne destinada para alimentos de perros
(caballo) de la humana.
6- Sustentabilidad
Actualmente existen billones de animales
de pastoreo que producen cantidades enormes de gases contaminantes,
entre ellos el metano y dos tercios del amoniaco del planeta provienen
de vacas. Se cree que el calentamiento global de la era jurásica
fue acelerado por el gas metano producido por lo dinosaurios por
ejemplo. Un animal de pastoreo contamina mientras que las plantas crean
oxígeno.
¿Cuál es más sustentable entonces?
¿Cuál es más sustentable entonces?
Cuestionen entonces si realmente tienen
un argumento fuerte para respaldar su consumo de carne. En términos
nutricionales, económicos y de sentido común no consumir carne parecería
ser más razonable. Hagan la prueba, dejen de comer carne una o dos
semanas (les proponemos algunas deliciosas recetas)
y verán lo rápido que se adapta su metabolismo y su cartera a los
nuevos hábitos.
En cuanto a los malestares que puede causar la falta de
carne, hace poco fui a donar sangre y me sorprendí cuando el médico me
dijo que comiera muchas hojas verdes (acelgas, espinacas, etc.) para
mejorar mi conteo de células rojas, al preguntarle si más carne también
me dijo que no, ya que es más efectivo y saludable conseguir hierro de
verduras y vegetales. Ahora cuando pensemos en alimento para nutrir
nuestro cuerpo, mente y espíritu pensemos verde.
7- Por las bacterias resistentes a antibióticos
La resistencia a los antibióticos se ha
vuelto un problema enorme, y uno que continuará creciendo gracias a su
uso excesivo. Más preocupante aún es que las “súperbacterias” que se han
vuelto resistentes a tratamientos antibióticos ahora se encuentran en
nuestros alimentos.
Estas son el resultado del uso irresponsable de medicamentos en granjas de cría de animales, en las cuales los productores con frecuencia dan dosis muy altas de antibióticos a los animales bajo poca supervisión.
La FDA también determinó que el 89% de
la carne que se vende en supermercados tiene bacterias, tanto normales
como “súper resistentes”. El problema con el sobre uso de antibióticos
se ve reflejado en humanos ya que no respondemos a los tratamientos, al
grado que ahora una infección estomacal causada por bacteria puede tener
consecuencias mucho más series que una simple diarrea —complicaciones
serias y hasta muertes se han vuelto mucho más comunes. Estas bacterias
afectan a los más vulnerables cómo niños, mujeres embarazadas y adultos
mayores.
Con información de Waking Times , [FastCo.Exist] y How Stuff Works
Estas son el resultado del uso irresponsable de medicamentos en granjas de cría de animales, en las cuales los productores con frecuencia dan dosis muy altas de antibióticos a los animales bajo poca supervisión.
En un estudio reciente de la FDA (Food
and Drug Administration) de Estados Unidos analizó todos los tipos de
carne que se venden en los grandes supermercados y sus resultados fueron
escandalosos. En el 2011 el 81% de la carne molida de pavo, el 69% de
las chuletas de cerdo, el 55% de la carne de molida de res y el 39% de
las alitas, pechuga y muslos de pollo contenían bacteria resistente a
antibióticos; bacterias como la salmonela y el campylobacter (que se
encontraron en el 29% del pollo crudo) causan diarrea y pueden tener
consecuencias más serias cómo artritis y paralisis.
Para evitar estas “súper bacterias” la
respuesta es comer solo carne orgánica o criada sin antibióticos y
cocerla muy bien al cocinar. Claro que la respuesta más prudente sería
que las grandes productoras de carne dejaran de abusar de antibióticos,
pero para que lo hagan debemos mostrar nuestra inconformidad con sus
métodos de crianza. Si dejamos de consumir carne contaminada con
bacterias, se verán obligados a cambiar la manera en la que tratan a los
animales y los alimentos que nos deberían nutrir y no enfermar.
Con información de Waking Times , [FastCo.Exist] y How Stuff Works
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