El fundamental papel que
los medios sociales e Internet están jugando en las protestas contra el
gobierno que envuelven Estambul y otras partes del país no ha pasado
desapercibido para las autoridades turcas.
Sólo días después de que el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan etiquetase a Twitter de “amenaza” [en] y desdeñase a los manifestantes que llenan las calles del país como “saqueadores”, la policía arrestó [en] a docenas de personas acusadas de publicar [en] “desinformación” en Twitter para alentar a otros a unirse a los disturbios en curso.
No quedó totalmente claro qué mensajes llevaron a su detención. Sin embargo, diversas agencias de noticias indicaron que podría ser por publicar una foto de un policía atacando a una joven en la ciudad occidental de Imzir, republicada [fr] en la portada del periódico turco Taraf el 6 de junio.
Las autoridades pusieron en libertad a 33 usuarios de Twitter, algunos de los cuales son estudiantes de secundaria [en], el 6 de junio de 2013, no sin antes ganarse las represalias [en] de los colectivos hacktivistas Anonymous y el Ejército Electrónico Sirio, que afirmaron haber hackeado [en] los sitios web del primer ministro y del ministerio del interior.
Una oleada de protestas sin precedentes se ha apoderado de Turquía durante más de una semana, obteniendo una severa respuesta de las autoridades, que han combatido a los manifestantes con cañones de agua, grandes cantidades de gas lacrimógeno y violencia. El movimiento nació de la resistencia a la demolición del Parque Gezi de Taksim en Estambul para construir un centro comercial, pero rápidamente se convirtió en manifestaciones de descontento popular con las políticas del gobierno.
Los medios sociales se han convertido en el pilar de los manifestantes para hacer correr la voz y organizarse, informar sobre enfrentamientos con las fuerzas policiales, y ofrecer una fuente alternativa de noticias [en] a los principales medios de comunicación, que no informaron sobre las manifestaciones. Según un estudio publicado la semana pasada por el laboratorio de Medios Sociales y Participación Política de la Universidad de Nueva York, los turcos han enviado un número “extraordinario” [en] de tuiteos relacionados con el levantamiento, con alrededor del 90 por ciento de los tuiteos geolocalizados procedentes del interior de Turquía y el 50 por ciento de Estambul. Compárese con el 30 por ciento de tuiteos provenientes del interior de Egipto durante la revolución de 2011.
Los turcos que viven fuera del país también han hecho uso de los medios sociales. Un trío de turcos residentes en Nueva York han recaudado [en] los 52.000 dólares necesarios para contratar un anuncio a toda plana en el New York Times en apoyo de los manifestantes, utilizando el sitio web de financiación colectiva Indiegogo.
Mientras los usuarios acudían a Twitter y Facebook para hacer uso de los sitios para organizarse, el acceso parecía estar limitado [en] en Estambul. Los sitios no están bloqueados oficialmente, pero los tiempos de carga son bastante más lentos de lo habitual, sobre todo para usuarios que buscan acceso a través de redes 3G. Impulsado por temores de que el gobierno podría estrechar su control sobre Internet aún más, las descargas de software VPN han aumentado en un 1.000 por ciento [en] en Turquía.
Los usuarios de Facebook también han informado que el sitio web bloqueó [en] una herramienta que ayuda a los manifestantes a organizarse, aunque no está claro si el bloqueo está generado por un filtro anti-spam o es también un esfuerzo concreto.
Para quienes se enfrentan a la violencia policial, responsable de los tres [en] muertos y más de 4.000 heridos, Twitter se ha convertido en el lugar para pedir ayuda. Index on Censorship [en], una organización internacional que fomenta la libertad de expresión, publicó una muestra de tuiteos para ilustrar esta afirmación:
Escrito por Pauline Ratzé · Traducido por Sonia Ordóñez No quedó totalmente claro qué mensajes llevaron a su detención. Sin embargo, diversas agencias de noticias indicaron que podría ser por publicar una foto de un policía atacando a una joven en la ciudad occidental de Imzir, republicada [fr] en la portada del periódico turco Taraf el 6 de junio.
Las autoridades pusieron en libertad a 33 usuarios de Twitter, algunos de los cuales son estudiantes de secundaria [en], el 6 de junio de 2013, no sin antes ganarse las represalias [en] de los colectivos hacktivistas Anonymous y el Ejército Electrónico Sirio, que afirmaron haber hackeado [en] los sitios web del primer ministro y del ministerio del interior.
Una oleada de protestas sin precedentes se ha apoderado de Turquía durante más de una semana, obteniendo una severa respuesta de las autoridades, que han combatido a los manifestantes con cañones de agua, grandes cantidades de gas lacrimógeno y violencia. El movimiento nació de la resistencia a la demolición del Parque Gezi de Taksim en Estambul para construir un centro comercial, pero rápidamente se convirtió en manifestaciones de descontento popular con las políticas del gobierno.
Los medios sociales se han convertido en el pilar de los manifestantes para hacer correr la voz y organizarse, informar sobre enfrentamientos con las fuerzas policiales, y ofrecer una fuente alternativa de noticias [en] a los principales medios de comunicación, que no informaron sobre las manifestaciones. Según un estudio publicado la semana pasada por el laboratorio de Medios Sociales y Participación Política de la Universidad de Nueva York, los turcos han enviado un número “extraordinario” [en] de tuiteos relacionados con el levantamiento, con alrededor del 90 por ciento de los tuiteos geolocalizados procedentes del interior de Turquía y el 50 por ciento de Estambul. Compárese con el 30 por ciento de tuiteos provenientes del interior de Egipto durante la revolución de 2011.
Los turcos que viven fuera del país también han hecho uso de los medios sociales. Un trío de turcos residentes en Nueva York han recaudado [en] los 52.000 dólares necesarios para contratar un anuncio a toda plana en el New York Times en apoyo de los manifestantes, utilizando el sitio web de financiación colectiva Indiegogo.
Mientras los usuarios acudían a Twitter y Facebook para hacer uso de los sitios para organizarse, el acceso parecía estar limitado [en] en Estambul. Los sitios no están bloqueados oficialmente, pero los tiempos de carga son bastante más lentos de lo habitual, sobre todo para usuarios que buscan acceso a través de redes 3G. Impulsado por temores de que el gobierno podría estrechar su control sobre Internet aún más, las descargas de software VPN han aumentado en un 1.000 por ciento [en] en Turquía.
Los usuarios de Facebook también han informado que el sitio web bloqueó [en] una herramienta que ayuda a los manifestantes a organizarse, aunque no está claro si el bloqueo está generado por un filtro anti-spam o es también un esfuerzo concreto.
Para quienes se enfrentan a la violencia policial, responsable de los tres [en] muertos y más de 4.000 heridos, Twitter se ha convertido en el lugar para pedir ayuda. Index on Censorship [en], una organización internacional que fomenta la libertad de expresión, publicó una muestra de tuiteos para ilustrar esta afirmación:
“Nos estamos ahogando. El gas lacrimógeno es increíble. ¡Ambulancia! ¡Por favor, ayúdennos!”Pero la intensa actividad de protesta en Twitter no ha sido intachable, según 140journos, una iniciativa operada por un grupo de estudiantes universitarios. El grupo está intentando comprobar la información en Twitter, como los rumores sobre el uso por la policía de agente naranja—utilizado durante la guerra de Vietnam—contra los manifestantes, comentando a Foreign Policy [en] que han estado trabajando casi las veinticuatro horas del día desde el comienzo de las protestas:
“Mi amigo se está muriendo. ¡Estamos en …! ¡Por favor, ayúdennos!”
“Tenemos solución anti-ácido. Cinco litros. ¿Dónde vamos? ¡RT por favor!”
“Tenemos 100 máscaras antigás. Dígannos ¿dónde debemos dejarlas? RT”
No hay una cultura de gestión de contenido de medios sociales, y no la habrá. Tras los primeros días de la protesta, fotos y videos comenzaron a repetirse con títulos, lugares y fechas falsos. 140journos ha marcado la diferencia mediante el filtrado y verificación de la información, con el fin de evitar desinformación y provocación.La red hacktivista turca Redhack ha aconsejado [en] a los usuarios de Twitter que sean blanco de la policía rechazar las acusaciones, obligando a las autoridades a demostrar su afirmación. Alternativamente:
Los usuarios pueden decir a la policía que sus cuentas han sido hackeadas por Redhack, asumiremos la responsabilidad con mucho gusto.Para aquellos que quieran involucrarse, Amnistía Internacional recomienda [en] hacer correr la voz y escribir al gobierno turco.
Visto en: http://es.globalvoicesonline.org/
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