geekalia: Halo 2, el juego maldito

Con la salida de Halo 4 resulta interesante recordar los obstáculos y problemas por los cuales los desarrolladores de videojuegos deben de pasar para lanzar un producto final. En ciertos casos es como la producción de una película pero con más problemas y mucho menos dinero.
Halo 2 es un ejemplo clásico, casi que fue un juego maldito plagado de problemas desde su concepción hasta su distribución. Todo empieza con el éxito que tuvo la versión original del juego, un éxito sin precedentes en una consola nueva de una compañía (Microsoft) que no tenía “videojuegos” en su ADN. Aún así, Halo no fue pensado para que tenga secuelas. Y así es como empezaron los problemas.
La anticipación por Halo 2 empezó con un trailer del videojuego publicado en septiembre 2002. Fanáticos (como yo) que recuerdan haberlo visto en su momento (sí, como yo) no podíamos creer lo que veían nuestros ojos. Si Halo modificó por completo la forma en que concebíamos un FPS, el trailer de la nueva entrega reforzaba la innovación a niveles estratosféricos. Hay que verlo para entenderlo (e insisto, esto fue en 2002):
El trailer, supuestamente no era pre-rendereado, sino parte del gameplay que podríamos ver en el videojuego. La idea y la expectativa solo fue incrementada por un corto demo del juego mostrado en el E3 de 2003. Nuevamente, insisto, esto era hace diez años con una consola sumamente inferior a lo que estamos acostumbrados estos días:
Pero la realidad es que Halo 2 no podía ser vendido con el engine sobre el cual construyeron el trailer y el demos de 5 minutos mostrado en el E3. De hecho tuvieron que re-hacerlo desde cero, porque la consola no era capaz de generar ambientes de juego tan grandes. Eso significó que durante un año entero, no había una versión alpha o una versión beta del juego que se pueda jugar. ¡Durante todo un año!, lo cual a su vez significó un inmenso atraso en la programación del juego en si.
La única forma de salir a tiempo con Halo 2 era acortando elementos y la historia del juego. Y vaya que lo acortaron. Quienes jugamos Halo 2, emocionados por una secuela, nos vimos decepcionados por una historia corta, confusa, en donde el último nivel no controlábamos al Master Chief sino a un Elite de los Covenant. WTF?
Pero lo peor estaba por venir, justo cuando el juego se ponía relativamente bueno y empezábamos a entender los motivos de tanta confusión argumental, acababa. El Master Chief aparecía en una escena cinemática persiguiendo a su archi-enemigo, llegando a la Tierra. Corte a créditos.
Si mal no recuerdo, tiré el mando a distancia a la TV del cabreo.
Se supone que el juego no acabaría así, según cuentan en IGN. Existiría un último nivel, en que vuelves a jugar con el Master Chief en la Tierra. Al final el trailer quedó en nada. Nos queríamos matar. Y nos queríamos matar aún más cuando nos enteramos que Halo 3 esperaría al lanzamiento del Xbox 360. Es decir, la resolución a ese cliffhanger que nos hizo cabrear a tantos jugadores se resolvería en unos 3 o 4 años (al final fueron 3 años y medio).
Los fracasos de Bungie (el desarrollador del videojuego) por presiones de Microsoft con Halo 2 fueron muy públicos. No solo por los obvios problemas con el juego, sino por subsecuentes declaraciones de los desarrolladores, product managers y diseñadores del videojuego.
Para colmo, la compañía tenía expectativas muy altas para el sistema de multijugador del videojuego. Expectativas que tampoco se cumplieron, aunque al final fue una de las características más populares del videojuego. Halo 2 fue #1 en Xbox Live durante cuatro años.
Y ya, para echar más sal a la herida, años más tarde se decidió portar Halo 2 a Windows Vista para promocionar Games for Windows, una plataforma que permitía a los usuarios de PC conectarse con usuarios de Xbox Live. El tema es que días antes de empezar a vender el juego, se encontró una imagen de uno de los desarrolladores mostrando el culo, cuando aparecía una imagen de diálogo de error. Se paró la producción de copia de DVDs y se atrasó la venta del juego del 7 al 31 de mayo de 2007.