El grupo de investigación realizó una encuesta a 100 británicos en diferentes líneas de trabajo. Irónicamente, el estudio indica que el hecho de comprobar el correo de trabajo produce menos estrés que otras interaciones sociales online.
El estudio también ha revelado lo que los investigadores han llamado el «ciclo de ayuda-estrés», según el cual una persona se compra un smartphone con la intención de que le ayude con la carga de trabajo y luego éste se convierte en la pesadilla de su usuario, provocándole comportamientos compulsivos y estrés.
Según Richard Balding, de la Universidad de Worcester, «las organizaciones no prosperarán si sus empleados están estresados, así que resulta de su interés el animarlos a apagar sus teléfonos y reducir tanto el número de emails enviados en horas fuera de trabajo como la tentación de comprobar sus dispositivos».
Vía: techcrunch
Visto en: vidacotidianitica.blogspot.com.br
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