Tradicionalmente
se han puesto barreras para separar la robótica de las personas. No
obstante, estamos avanzando a grandes pasos hacia la integración de
estos dos mundos que, quizá, no son tan distintos.
Tras años
amurallando robots para garantizar nuestra seguridad, algunas empresas
están encontrando la forma, a través de materiales ligeros y nuevos
sensores, que permiten construir máquinas que podrían convertirse en
nuestros nuevos compañeros de trabajo.De hecho General Motors está desarrollando un guante robótico para dar a los empleados mayor agarre. Estas combinaciones de humanos y robots combiarían la fuerza de las máquinas con las capacidades humanas de ver, sentir, tocar y pensar, que por ahora no se han podido reproducir de forma mecánica (o son muy costosas).
En opinión de Jeff Burnstein, presidente de la Asociación para el Avance de grupo comercial Automatización en Ann Arbor (Michigan) la robótica puede aportar ventajas a las pequeñas y medianas empresas, dado que son “más seguros, más baratos y más pequeños”. No es de extrañar que, justo por eso, haya quien los aprecie como una amenaza para el trabajador humano. No obstante, José Sáenz, gerente de investigación de Fraunhofer IFF (empresa alemana que estudia la automatización de fábricas), “los robots y los humanos que trabajan juntos aúnan lo mejor de ambos mundos”, y augura que “este es el escenario que vamos a ver en un futuro próximo”.
Ese futuro es el presente de BMW, que ya está utilizando los robots de colaboración en un programa piloto para ayudar a instalar el vidrio y aplicar un revestimiento de papel de aluminio para puertas de automóviles, trabajos con riesgo de lesiones por movimientos repetitivos. Aunque estos robots aún no se involucran e interactúan con los trabajadores, se trabaja en prototipos interactivos que podrán estar listos en un par de años y llegar a las fábricas en aproximadamente una década.
Otras máquinas trabajan tan estrechamente con los seres humanos que están usados por los usuarios. La compañía Lockheed Martin Corp. trabaja en el desarrollo de exoesqueletos para los militares estadounidenses y para uso industrial.
Como señala Scott Whybrew, director de fabricación de vehículos de General Motors, si nos tropezamos con un robots deberemos pedirle disculpas, pues nos tropezamos casi con otra persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que gustes positivo, negativo para poder mejorar este blog.