Una de las esperanzas de la biónica es recuperar la visión en personas afectadas por lesiones o determinadas enfermedades. Una compañía israelí, NanoRetina, ha creado un microchip que podría estar disponible en sólo dos años. Es más pequeño que un grano de arroz.
En los países occidentales, se calcula que cerca de siete millones de
personas sufren ceguera o problemas de visión relacionados con diversas
enfermedades o lesiones. Muchas de sus esperanzas se han situado en los
dispositivos fabricados por la biónica, Este campo tecnológico está
dirigido a desarrollar sistemas que puedan paliar buena parte de los
problemas visuales de estas personas.
Son varias las iniciativas que pretenden crear una retina biónica
totalmente compatible con el ojo humano y funcional. Una de las más
famosas, conocida como Argus II, está probándose ya en personas que
sufren retinitis pigmentaria. Su aplicación en Estados Unidos parece
confirmar los buenos resultados obtenidos en los ensayos iniciales.
Desde Israel también están trabajando en retinas biónicas que puedan
devolver la visión a individuos que hubieran sufrido algún tipo de
lesión o enfermedad. El chip desarrollado por NanoRetina es uno de los
más revolucionarios del mundo, pues su tamaño es inferior a un simple
grano de arroz. Podría ser implantado en personas afectadas por
retinitis pigmentaria, como la retina biónica Argus II, pero también
serviría para pacientes que tuvieran degeneración macular asociada a la
edad.
Los ensayos preclínicos realizados hasta el momento en cerdos han
validado el sistema ofrecido por NanoRetina. Aunque no podría usarse en
personas que hubieran nacido ciegas o en aquellas que hubieran sufrido
una lesión directa de la retina, lo cierto es que el microchip fabricado
presenta una increíble resolución de 600 píxeles.
Los científicos israelíes creen que esta sofisticación es suficiente,
pues el ojo humano es capaz de ver a partir de los 250 píxeles. Sin
embargo, las personas que lleven el dispositivo de NanoRetina sólo
podrán ver letras grandes y no podrán conducir, dado que la resolución
no es tan elevada como para permitirlo.
Otro de los retos tecnológicos que queda por resolver en esta auténtica
NanoRetina es la posibilidad de ver en colores. Y es que el modelo
probado en cerdos sólo lograba una visión en blanco y negro. Para el
prototipo humano, se pretende que la NanoRetina pueda ofrecer al menos
una escala de grises. El microchip que se probará en personas afectadas
por problemas de visión estará disponible en sólo dos años.
Según la compañía israelí, el precio final del dispositivo biónico de
NanoRetina podría alcanzar los 2.000 dólares. Aunque para llegar al
mercado, aún deberá superar los ensayos clínicos en humanos, lo cierto
es que estamos ante una gran noticia para personas afectadas por
problemas de visión. Un ejemplo más de cómo la tecnología puede ayudar a
la medicina en muchos aspectos.
Imágenes | Michele Catania (Flickr), NanoRetina
visto en: http://noticiadesalud.blogspot.com/
Imágenes | Michele Catania (Flickr), NanoRetina
visto en: http://noticiadesalud.blogspot.com/
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