Las consecuencias en la salud
presuntamente producidas por bebidas energéticas ha ocasionado que la
Administración de Servicios de Salud Mental estadounidense catalogue el
fenómeno como “un problema de salud pública emergente”, ante el aumento
exponencial de personas que acuden a urgencias por padecimientos
relacionados a la ingesta de estos líquidos.
Insomnio, arritmias cardiacas y mareos,
son algunos de los síntomas que este tipo de bebidas –de empresas como
PepsiCo y Monster Beverage, de acuerdo a información de El País– pueden
causar en las personas. Incluso, en noviembre del 2012, la bebida
5-Hour Energy atravesó una polémica por la muerte de 13 personas por
padecimientos relacionados a su consumo.
A los alegatos sobre ingredientes
naturalmente perjudiciales para la salud, se suma al problema la falsa
creencia de que una bebida energetizante sustituye la falta de descanso,
la buena alimentación y la actividad física necesaria, por lo que
alguien, sin estos requisitos, fácilmente puede descompensarse.
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