La necesidad agudiza el ingenio, pero no necesariamente la
originalidad. Por eso no son pocos los que para sacarse un sobresueldo
no tienen una idea mejor que estafar a su compañía aseguradora
inventando siniestros que no existen o provocando daños a propiedades o
personas sobre las que previamente se ha contratado una póliza.
Las empresas dedicadas al sector del seguro son conscientes de la creciente picaresca y contratan batallones de investigadores privados dispuestos a cazar al falso tullido que participa los fines de semana en competiciones de break dance, al negociante avispado que vende su iPhone en eBay la semana después de haber denunciado su robo, o a la señora que convierte su olla a presión en un dispositivo explosivo para que le reformen la cocina sin pagar un duro.
Y en esta competición de sacacuartos profesionales hay una élite que juega en la Champions League de los defraudadores a aseguradoras. Son los beneficiarios de seguros de vida que cobran en caso de que una persona, en teoría querida, fallezca. Con tal de conseguir aumentar el número de ceros del saldo de sus cuentas corrientes, nuestros protagonistas le quitan la vida sin miramientos al primer familiar o vecino que se les cruce.
A lo largo de las últimas décadas han sido unos cuantos los que han asesinado a un ser cercano para cobrar el dinero del seguro. Para que conozcáis mejor sus fechorías os presentamos un ranking de los criminales que más billetes sacaron a sus aseguradoras. Y en caso de que estéis planteándoos utilizar estas técnicas para llegar a fin de mes, os advertimos antes de que sea demasiado tarde: todos ellos acabaron entre rejas.
Visto en: www.cookingideas.es
Las empresas dedicadas al sector del seguro son conscientes de la creciente picaresca y contratan batallones de investigadores privados dispuestos a cazar al falso tullido que participa los fines de semana en competiciones de break dance, al negociante avispado que vende su iPhone en eBay la semana después de haber denunciado su robo, o a la señora que convierte su olla a presión en un dispositivo explosivo para que le reformen la cocina sin pagar un duro.
Y en esta competición de sacacuartos profesionales hay una élite que juega en la Champions League de los defraudadores a aseguradoras. Son los beneficiarios de seguros de vida que cobran en caso de que una persona, en teoría querida, fallezca. Con tal de conseguir aumentar el número de ceros del saldo de sus cuentas corrientes, nuestros protagonistas le quitan la vida sin miramientos al primer familiar o vecino que se les cruce.
A lo largo de las últimas décadas han sido unos cuantos los que han asesinado a un ser cercano para cobrar el dinero del seguro. Para que conozcáis mejor sus fechorías os presentamos un ranking de los criminales que más billetes sacaron a sus aseguradoras. Y en caso de que estéis planteándoos utilizar estas técnicas para llegar a fin de mes, os advertimos antes de que sea demasiado tarde: todos ellos acabaron entre rejas.
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