Muchas han sido las discusiones alrededor de las bebidas de cola con
respecto a la salud, muchos argumentos a favor y en contra se han
desatado a lo largo de su historia, desde aquellos que dicen que la Coca
Cola es medicinal por que “te sube la presión” hasta aquellos que
afirman que la Coca Cola produce enfermedades graves.
Y el tema de consumo de refrescos de cola en Latinoamérica no es cualquier cosa, estamos entre los primeros países consumidores de refrescos de cola en el mundo, en más de una ocasión ocupando el primer lugar, y se estima que el consumo promedio anual es de 114 litros por habitante.
Pero esto como consumidores, a nuestra salud ¿qué beneficio nos aporta?
Según la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (AMEDEC), el consumo de los refrescos de cola “constituye la mas grave distorsión de nuestros hábitos de alimentación”. Los refrescos de cola no tienen ningún valor nutritivo, no contienen vitaminas, proteínas ni minerales y sí gran contenido de endulzantes y aditivos como conservadores y colorantes.
Y no solo no alimenta, algunos de sus ingredientes pueden ser nocivos para tu salud. Entre los ingredientes ‘conocidos’ de la misteriosa fórmula secreta Coca Cola se encuentra el ácido fosfórico, utilizado como aditivo, que además de ser uno de los anticorrosivos favoritos de los mecánicos, (utilizado para limpiar motores, defensas, etc), en tu cuerpo provoca desmineralización ósea, esto significa que no permite la adecuada absorción de calcio en el organismo, debilitando los huesos y por tanto incrementándose la posibilidad de tener fracturas.
Además, la combinación de este ácido con azúcar refinada y fructuosa dificulta la absorción de hierro, lo que puede generar anemia y mayor facilidad para contraer infecciones, principalmente en niños, ancianos y mujeres embarazadas.
Los refrescos de cola contienen una sustancia ‘potencialmente adictiva’, la cafeína, extraída de la nuez de cola, otro de los ingredientes de la famosa fórmula. Esta sustancia, consumida en módicas cantidades (20 mg.) es un estimulante del sistema nervioso que produce sensaciones agradables, pero si se ingiere en cantidades elevadas (400 a 600 mg.) puede provocar insomnio, taquicardia, dolores de cabeza y hasta ataques de ansiedad. Una lata de Coca Cola contiene aproximadamente 50 mg. de cafeína, y si tomamos en cuenta que generalmente una lata “nunca es suficiente” o si pensamos en los envases de más de un litro (que sin duda alguien en algún momento ha tomado completos), la ingestión de cafeína sobrepasa el límite entre lo agradable y lo tóxico, además la cafeína, si se consume en frío, acelera su acción. Esta sustancia es principalmente peligrosa para los niños.
La Coca Cola contiene también gas carbónico que, según la AMEDEC, es un ingrediente que provoca “adicción psicológica”.
El color característico de la Coca Cola se debe a un aditivo llamado e-150, este ha sido asociado con deficiencia de vitamina B6 que es importante para la metabolización de las proteínas y la salud de la sangre, su carencia puede producir anemia, depresión y confusión entre otros síntomas, además de generar hiperactividad y bajo nivel de glucosa en la sangre.
Hasta hace poco, la compañía Coca Cola era una de las principales empresas consumidoras de azúcar. Ahora, en lugar de utilizar el azúcar como un ingrediente más de su fórmula, está utilizando alta fructuosa, un jarabe hecho a base de maíz transgénico proveniente de los Estados Unidos esto se da en los países que no prohíben los transgénicos.
Esto además de causar graves daños a la industria azucarera, y particularmente a los campesinos cañeros, resulta en perjuicio de los consumidores que ni siquiera saben lo que están comprando y consumiendo. Sí, los refrescos de la marca Coca Cola, como muchos otros productos que utilizan alta fructuosa, contienen transgénicos.
Por si fuera poco, los azúcares que contiene el refresco, paulatinamente van disolviendo el esmalte de los dientes debilitándolos y produciendo caries. Y no solo eso, los azúcares que no logra digerir el organismo, se transforman en grasa, dando como posible consecuencia sobrepeso e incluso problemas de obesidad.
Anteriormente la diabetes estaba asociada a pacientes adultos, pero en el último tiempo se ha visto un aumento de casos de esta enfermedad en niños y adolescentes con exceso de peso. Actualmente existen 22 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso. La diabetes es una enfermedad que afecta principalmente los ojos, riñones, los pies y el corazón
Y para aquellos que creen que este problema se resuelve tomándose una “coca light”, les tenemos otra noticia: hay estudios que señalan que el consumo de sustitutos de azúcar, o azúcar sintética en grandes cantidades, provoca daños cerebrales, pérdida de memoria y confusión mental (según la AMEDEC).
La sustancia que provoca estas afecciones se llama aspartamo y sostienen que podría contribuir al desarrollo del Alzheimer. Además, señalaron que los componentes químicos del “aspartamo” tienen otras consecuencias graves por un consumo excesivo, como daños a la retina y al sistema nervioso.
Ya estás enterado de algunas de las consecuencias que puede traer para tu salud tomar Coca Cola… y eso que no conocemos todos los ingredientes, de la famosa “fórmula secreta”.
Coca Cola fue nombrada una de las “10 peores empresas” de 1998 por Multinational Monitor por “llenar a los niños americanos de azúcar y agua de soda”.
Las Bebidas gaseosas activan los mismos sensores del dolor que activan la mostaza y rábano picante, según muestra un nuevo estudio – así que la cuestión es ¿por qué la gente las beben?
Usted no puede pensar en la efervescencia de la soda tan picante, pero tal vez su cuerpo si.
El dióxido de carbono en las bebidas gaseosas pone en marcha los mismos sensores del dolor en la cavidad nasal como la mostaza y rábano picante, aunque a menor intensidad, según una nueva investigación de la Universidad del Sur de California.
“La carbonatación provoca dos sensaciones distintas. Hace a las cosas ácidas y también las hace arder (picosas). Todos hemos sentido esa sensación de hormigueo cuando las gaseosas nocivas van por la garganta demasiado rápido”, dijo Emily Liman, autor principal de un estudio publicado en línea en el Diario de la neurología.
Esa sensación de ardor proviene de un sistema de nervios que responden a las sensaciones de dolor, presión y temperatura de la piel en la nariz y la boca.
“Lo que no sabía era que esas mismas células y moléculas que dentro de esas células son responsables de la sensación de dolor que experimentamos cuando tomamos un refresco con gas”, dijo Liman, profesor asociado de neurobiología en la Facultad de la USC de Letras, Artes y las Ciencias.
Por las corrientes de solución salina carbonatada en un plato de las células nerviosas de los circuitos sensoriales en la nariz y la boca, los investigadores encontraron que el gas activa sólo un tipo particular de célula.
“Las células que respondieron al CO2 fueron las mismas células que detectan la mostaza”, dijo Liman.
Estas células expresan un gen conocido como TRPA1 y sirven como sensores del dolor en general.
Los ratones que carecían del gen TRPA1 mostraban “una respuesta muy reducida” al dióxido de carbono, dijo Liman, al agregar el código de TRPA1 genética a las células de CO2 insensibles les hizo sensibles al gas.
Ahora que las bebidas carbonatadas han sido vinculados a los circuitos de dolor, algunos se preguntarán por qué las consumimos. Un nuevo parque en París incluso cuenta con fuentes de agua que dispensan agua mineral gratis.
Liman citó estudios que se remontan hasta 1885 y que encontraron que la carbonatación reduce drásticamente el crecimiento de bacterias.
“O puede ser algo machista”, especuló.
Si sólo un sorbo de “San Pellegrino” fue todo lo necesario para probar su resistencia.
El dolor de detección de TRPA1 proporciona sólo un aspecto de la experiencia sensorial de la carbonatación. En 2009, un grupo liderado por Charles Zuker, de la Universidad de California, San Diego y Nicholas Ryba de los Institutos Nacionales de Salud mostró que el paso de carbonatación en las células en la lengua transmiten acidez.
Visto en: vidacotidianitica.blogspot.com
Y el tema de consumo de refrescos de cola en Latinoamérica no es cualquier cosa, estamos entre los primeros países consumidores de refrescos de cola en el mundo, en más de una ocasión ocupando el primer lugar, y se estima que el consumo promedio anual es de 114 litros por habitante.
Pero esto como consumidores, a nuestra salud ¿qué beneficio nos aporta?
Según la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (AMEDEC), el consumo de los refrescos de cola “constituye la mas grave distorsión de nuestros hábitos de alimentación”. Los refrescos de cola no tienen ningún valor nutritivo, no contienen vitaminas, proteínas ni minerales y sí gran contenido de endulzantes y aditivos como conservadores y colorantes.
Y no solo no alimenta, algunos de sus ingredientes pueden ser nocivos para tu salud. Entre los ingredientes ‘conocidos’ de la misteriosa fórmula secreta Coca Cola se encuentra el ácido fosfórico, utilizado como aditivo, que además de ser uno de los anticorrosivos favoritos de los mecánicos, (utilizado para limpiar motores, defensas, etc), en tu cuerpo provoca desmineralización ósea, esto significa que no permite la adecuada absorción de calcio en el organismo, debilitando los huesos y por tanto incrementándose la posibilidad de tener fracturas.
Además, la combinación de este ácido con azúcar refinada y fructuosa dificulta la absorción de hierro, lo que puede generar anemia y mayor facilidad para contraer infecciones, principalmente en niños, ancianos y mujeres embarazadas.
Los refrescos de cola contienen una sustancia ‘potencialmente adictiva’, la cafeína, extraída de la nuez de cola, otro de los ingredientes de la famosa fórmula. Esta sustancia, consumida en módicas cantidades (20 mg.) es un estimulante del sistema nervioso que produce sensaciones agradables, pero si se ingiere en cantidades elevadas (400 a 600 mg.) puede provocar insomnio, taquicardia, dolores de cabeza y hasta ataques de ansiedad. Una lata de Coca Cola contiene aproximadamente 50 mg. de cafeína, y si tomamos en cuenta que generalmente una lata “nunca es suficiente” o si pensamos en los envases de más de un litro (que sin duda alguien en algún momento ha tomado completos), la ingestión de cafeína sobrepasa el límite entre lo agradable y lo tóxico, además la cafeína, si se consume en frío, acelera su acción. Esta sustancia es principalmente peligrosa para los niños.
La Coca Cola contiene también gas carbónico que, según la AMEDEC, es un ingrediente que provoca “adicción psicológica”.
El color característico de la Coca Cola se debe a un aditivo llamado e-150, este ha sido asociado con deficiencia de vitamina B6 que es importante para la metabolización de las proteínas y la salud de la sangre, su carencia puede producir anemia, depresión y confusión entre otros síntomas, además de generar hiperactividad y bajo nivel de glucosa en la sangre.
Hasta hace poco, la compañía Coca Cola era una de las principales empresas consumidoras de azúcar. Ahora, en lugar de utilizar el azúcar como un ingrediente más de su fórmula, está utilizando alta fructuosa, un jarabe hecho a base de maíz transgénico proveniente de los Estados Unidos esto se da en los países que no prohíben los transgénicos.
Esto además de causar graves daños a la industria azucarera, y particularmente a los campesinos cañeros, resulta en perjuicio de los consumidores que ni siquiera saben lo que están comprando y consumiendo. Sí, los refrescos de la marca Coca Cola, como muchos otros productos que utilizan alta fructuosa, contienen transgénicos.
Por si fuera poco, los azúcares que contiene el refresco, paulatinamente van disolviendo el esmalte de los dientes debilitándolos y produciendo caries. Y no solo eso, los azúcares que no logra digerir el organismo, se transforman en grasa, dando como posible consecuencia sobrepeso e incluso problemas de obesidad.
Anteriormente la diabetes estaba asociada a pacientes adultos, pero en el último tiempo se ha visto un aumento de casos de esta enfermedad en niños y adolescentes con exceso de peso. Actualmente existen 22 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso. La diabetes es una enfermedad que afecta principalmente los ojos, riñones, los pies y el corazón
Y para aquellos que creen que este problema se resuelve tomándose una “coca light”, les tenemos otra noticia: hay estudios que señalan que el consumo de sustitutos de azúcar, o azúcar sintética en grandes cantidades, provoca daños cerebrales, pérdida de memoria y confusión mental (según la AMEDEC).
La sustancia que provoca estas afecciones se llama aspartamo y sostienen que podría contribuir al desarrollo del Alzheimer. Además, señalaron que los componentes químicos del “aspartamo” tienen otras consecuencias graves por un consumo excesivo, como daños a la retina y al sistema nervioso.
Ya estás enterado de algunas de las consecuencias que puede traer para tu salud tomar Coca Cola… y eso que no conocemos todos los ingredientes, de la famosa “fórmula secreta”.
Coca Cola fue nombrada una de las “10 peores empresas” de 1998 por Multinational Monitor por “llenar a los niños americanos de azúcar y agua de soda”.
Las Bebidas gaseosas activan los mismos sensores del dolor que activan la mostaza y rábano picante, según muestra un nuevo estudio – así que la cuestión es ¿por qué la gente las beben?
Usted no puede pensar en la efervescencia de la soda tan picante, pero tal vez su cuerpo si.
El dióxido de carbono en las bebidas gaseosas pone en marcha los mismos sensores del dolor en la cavidad nasal como la mostaza y rábano picante, aunque a menor intensidad, según una nueva investigación de la Universidad del Sur de California.
“La carbonatación provoca dos sensaciones distintas. Hace a las cosas ácidas y también las hace arder (picosas). Todos hemos sentido esa sensación de hormigueo cuando las gaseosas nocivas van por la garganta demasiado rápido”, dijo Emily Liman, autor principal de un estudio publicado en línea en el Diario de la neurología.
Esa sensación de ardor proviene de un sistema de nervios que responden a las sensaciones de dolor, presión y temperatura de la piel en la nariz y la boca.
“Lo que no sabía era que esas mismas células y moléculas que dentro de esas células son responsables de la sensación de dolor que experimentamos cuando tomamos un refresco con gas”, dijo Liman, profesor asociado de neurobiología en la Facultad de la USC de Letras, Artes y las Ciencias.
Por las corrientes de solución salina carbonatada en un plato de las células nerviosas de los circuitos sensoriales en la nariz y la boca, los investigadores encontraron que el gas activa sólo un tipo particular de célula.
“Las células que respondieron al CO2 fueron las mismas células que detectan la mostaza”, dijo Liman.
Estas células expresan un gen conocido como TRPA1 y sirven como sensores del dolor en general.
Los ratones que carecían del gen TRPA1 mostraban “una respuesta muy reducida” al dióxido de carbono, dijo Liman, al agregar el código de TRPA1 genética a las células de CO2 insensibles les hizo sensibles al gas.
Ahora que las bebidas carbonatadas han sido vinculados a los circuitos de dolor, algunos se preguntarán por qué las consumimos. Un nuevo parque en París incluso cuenta con fuentes de agua que dispensan agua mineral gratis.
Liman citó estudios que se remontan hasta 1885 y que encontraron que la carbonatación reduce drásticamente el crecimiento de bacterias.
“O puede ser algo machista”, especuló.
Si sólo un sorbo de “San Pellegrino” fue todo lo necesario para probar su resistencia.
El dolor de detección de TRPA1 proporciona sólo un aspecto de la experiencia sensorial de la carbonatación. En 2009, un grupo liderado por Charles Zuker, de la Universidad de California, San Diego y Nicholas Ryba de los Institutos Nacionales de Salud mostró que el paso de carbonatación en las células en la lengua transmiten acidez.
Visto en: vidacotidianitica.blogspot.com
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